En estos años hemos pasado de las máquinas de electrodo y de hilo a las de puntos y Tig; de máquinas para soldar "hierro" a las de soldar aluminio, cobre- silicio, magnesio-inoxidable y otras aleaciones de materiales que hacen que sea mas ligero los vehículos y mucho mas resistentes.
Efectivamente hay talleres de automoción que están a la ultima en maquinaria de soldadura, pero todavía quedan muchos que no están trabajando con la tecnología necesaria a los nuevos materiales.
La mentalidad de que una máquina es para toda la vida debería cambiar, y mas cuando estamos en un mercado tan tecnológicamente variable como el de la automoción, los materiales cambian y las máquinas para trabajar estos también. hay que aprovechar los mecanismos de amortización de las máquinas para deshacernos de ellas y renovarlas cada 5 años.
Todavía hay talleres, y pocos que están trabajando con máquinas de mas de 10 años de antigüedad, que sueldan cobre-silicio con máquinas normales no dejando las soldaduras en el estado adecuado que los fabricantes requieren, o que en vez de soldar con puntos rellenan con una máquina de hilo.
Hay también que valorar el tiempo y la seguridad que ganamos al trabajar con la máquina adecuada y a tener las suficientes máquinas en el taller para que cualquier operario pueda efectuar el trabajo en el momento que lo necesita y no tenga que esperar que se libere la máquina para poder seguir trabajando, esto es tiempo y dinero que se pierde.
Por último y no menos importante es la fuente donde conseguimos la máquina, hay que asegurarse que sea un proveedor que garantice el técnico que esta el asesoramiento ajustado a nuestras necesidades y la información para poder utilizarla. No hay que perder de vista que esto tiene un precio y que a veces compramos la máquina pero perdemos el servicio solo por tener en cuenta el costo.